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Finalizado 2012 con todas las secuelas negativas que nos ha dejado, creo que es justo darle al nuevo año el beneficio de la duda. Un flaco favor nos haríamos si, únicamente, lo que se traslada y trasciende de este año nuevo que empieza fuera lo negativo que está siendo el período de crisis vivido hasta el momento y no le diéramos la oportunidad al tejido productivo de hacer sus deberes durante 2013.

Ante nosotros tenemos grandes oportunidades y posibilidades que hemos de cazar al vuelo, como siempre ha hecho el empresario chiclanero, distinguido por sus capacidades de emprender nuevos caminos y adaptarse continuamente a las necesidades del mercado.

El desarrollo del poblado de Sancti Petri, la creación de la asociación para Centro Comercial Abierto, la puesta en valor de nuestros polígonos industriales son algunas de las líneas maestras por las que ha de circular nuestro tranvía de desarrollo, al que no podemos renunciar.

Por su parte las normas urbanísticas de Chiclana habrán de dar cobertura a las empresas de construcción que construirán nuevos proyectos de viviendas y de locales empresariales y comerciales y sacarán al mercado el stock del que disponen.

Todo este panorama hará posible, si arrimamos el hombro, que 2013 sea realmente el punto de inflexión que cambie la tendencia de caída y nos permita empezar a crecer y a crear empleo.

Hemos de reflexionar todos para que esto se produzca.

Confío en que sea así.

Nicolás Rodriguez Ballesteros