Las cosas por su nombre

Opinión

Las cosas por su nombre

30 septiembre 2013

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En ocasiones huimos de la realidad y nos buscamos otros nombres con los que llamar a los problemas que nos rodean.

Estos eufemismos son mentiras piadosas que nos lanzamos a nosotros mismos que no hacen más que engañarnos, ponernos una venda más espesa delante de los ojos y, en definitiva, dilatar el tiempo que tenemos que invertir para solucionar los problemas.

Aunque a todos se nos pueden venir a la mente varios ejemplos de estas situaciones, en la actividad empresarial me ciño a eso que llamamos economía irregular cuando verdaderamente hemos de denominarla economía ilegal. La economía ilegal es un delito puesto que va en contra de las leyes que hemos de respetar y de las que nos hemos dotado para darnos seguridad.

Pero surge la sorpresa, basta con entrar en internet y buscar un local de celebraciones en nuestra localidad para que aparezcan más de 20 sitios que carecen de licencia de apertura, que no tiene seguro de responsabilidad civil y que ponen en riesgo la seguridad física y alimentaria de toda la persona que, en bodas, bautizos y comuniones, concurren a estos locales.

No quiero ni pensar qué es lo que ocurriría si algún día en un banquete de esos hubiera una intoxicación, un incendio o algún acontecimiento que obligara a la intervención en el local. Quién sería el responsable? Por supuesto el titular del “negocio”, que seguro no lo tiene a su nombre o es insolvente, pero también las autoridades que miran a otro lado y consienten con su inactividad que esto ocurra todos los días en contra de todas las empresas legalmente constituidas que de una manera pulcra respetan toda la legislación vigente: licencia de apertura, acceso y baños para discapacitados, seguridad alimentaria, ruidos y  prevención de riesgos, contratación del personal, hacienda pública, mientras que los otros campan a sus anchas pese a las denuncias que desde la Asociación venimos presentando continuamente.

Estamos viendo que hay más sectores apuntándose a este carro. Las empresas de carpintería metálica están sufriendo que cada uno de los trabajadores que está teniendo que salir del sector por la falta de trabajo, monta en su garaje un tallercito de medio pelo, ilegal, que no contribuye ni paga impuestos, y que por lo tanto presupuesta mucho más barato que los que tenemos que contribuir con nuestras obligaciones. Además, como no consta en ningún sitio, ¿creen ustedes que les visitará algún inspector?

El ordenamiento jurídico está diseñado para darnos seguridad a las empresas y los consumidores e igualdad de condiciones para competir en una economía de mercado. Pero las administraciones públicas, unas más y otras menos, han de velar por que se cumplan las leyes y que no salgan perdiendo, en este contexto del todo vale, los que las respetamos, los que tenemos nuestras puertas abiertas y los que estamos perdiendo faena por culpa de los que miran para otro lado.

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